6 nov 2012

Las emociones por medio del llanto


Cuando los padres o cuidadores no son capaces de escuchar, atender o soportar las emociones fuertes de los bebés, éstos/as no se sienten vistos ni oídos en su totalidad, y forman vínculos sustitutorios con objetos
inanimados (chupetes, biberones, ositos de peluche...) o con partes de su cuerpo (chuparse el dedo) o con el pecho de su madre.

Un bebé que puede expresar sus emociones libremente se siente amado porque se aceptan todas sus formas de expresión (y no sólo cuando se ríe y se «porta bien»), y esto es en sí mismo esencial para su bienestar y tranquilidad.

Si además no se les permite dar salida a su dolor, a través del llanto, los berrinches y las «quejas», se es creará una vida muy difícil. Si no conseguimos que los hijos/as se sientan amados durante la temprana infancia, pasarán el resto de su infancia en una agonía invisible, y el resto de sus vidas buscando, sin saberlo, el amor y la comprensión que nunca tuvieron cuando eran pequeños/as.


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